No es suficiente definir la estrategia si solo se mantiene en el papel o se cuelga como un cuadro a la entrada de la empresa pero nadie en la organización la aplica o la proyecta. Son muchas las empresas que teniendo la estrategia definida y clara, no saben qué hacer después de haberla definido.
En el mundo actual las organizaciones requieren tener una estrategia que no solo defina sus objetivos y la forma de alcanzarlos sino que deben tener la táctica necesaria para que dicha estrategia se lleve a cabo desde todas las áreas de la compañía. El dinamismo y la eficiencia con que se aplique pueden garantizar la continuidad en el tiempo a pesar de los obstáculos que se presenten en el día a día.
Por lo general, las organizaciones definen su estrategia pero el afán de la cotidianidad hace que ésta se vea relegada a un segundo plano cuando los líderes se enfocan en resolver los problemas diarios sin poder tener el tiempo y el espacio para lograr resultados verdaderamente efectivos y extraordinarios. Solo los líderes de organizaciones que logran mantener la estrategia en primera línea y a través de todas las áreas de la compañía logran alcanzarla verdaderamente y tener un mejoramiento continuo que le dé dinamismo tanto a nivel interno como externo a la organización.
Para lograrlo es necesario que toda la organización proyecte la estrategia desde su misión, su visión, sus objetivos estratégicos y sus valores. Cuando todos los individuos y equipos humanos de la compañía están comprometidos con la estrategia desde el convencimiento individual se logran resultados organizacionales que van más allá de lo que se puede esperar inicialmente.
La Estrategia define cómo se recorrerá el camino para alcanzar objetivos y metas, pero sobre todo señala cómo cumplir los ideales desde los valores individuales y organizacionales. No se puede tener estrategia si no se cuenta con líderes estrategas que generen emoción y pasión. El Pensamiento Estratégico logra que todos los individuos de un equipo sean estrategas desde sus propios objetivos y sueños.
Características de las empresas estratégicas
Cumplir con estas cuatro características requiere compromiso y consciencia de todos y cada uno de los individuos de la organización. Generando sinergia alrededor del objetivo estratégico organizacional se puede tener la fuerza y la disposición para aplicar la estrategia atravesando y sorteando los obstáculos que se presenten en el camino.
El compromiso y la consciencia se logran a través de acciones y herramientas que desarrollan tanto el ser como el hacer en cada uno de los miembros de la organización y en cada uno de los procesos. No solo se trata de un deseo emocional o de una orden racional, se trata de trabajar en cada uno de los elementos necesarios para llegar a convertirse en una organización estratega que refleja y proyecta sus objetivos, su misión, su visión y sus valores a través de los objetivos, la misión, la visión y los valores de sus equipos de trabajo.