La innovación está de moda hace ya un buen tiempo. Y se mantiene. Sin embargo, no todos sabemos cómo usarla ni para qué sirve. Inclusive, aunque sepamos, no siempre la usamos porque requiere solucionar problemas, tomar decisiones, arriesgarse y muchas veces “fracasar” para aprender. No estamos acostumbrados a eso porque desde que tenemos memoria, hemos sido enseñados a recibir instrucciones y conocimiento, guardarlo tal como nos lo entregan y sacarlo de la caja cuando nos lo piden; teniendo mucho cuidado de no haberlo cambiado ni en lo más mínimo.
Ahora que el mundo se conecta en el ciberespacio y en donde el movimiento y la dinámica del mercado es global, resulta imperante diferenciarse de alguna manera pues debemos hacer notar que aquí estamos y que somos únicos y diferentes.
¿Cómo se puede hacer algo (diferenciarse), cuando hemos sido enseñados durante toda la vida a ser iguales (parte de la masa), obedecer y cumplir con los estándares determinados por un sistema educativo que cuando se normalizó, buscaba todo lo contrario?. Por supuesto la respuesta es obvia: cambiemos el sistema educativo. Sin embargo, hacer ese proceso de transformación no es tan fácil ni tan rápido como la innovación actual lo requiere. Esto no significa que no podamos hacer nada. Por el contrario, cada día son mayores los esfuerzos y dinámicas individuales y grupales, que hacen que la transformación se esté dando.
La innovación se da en diferentes sentidos y con diferentes propósitos. Solucionar problemas o satisfacer necesidades de manera creativa y novedosa, para generar valor agregado económico, social o ambiental; es lo que estamos haciendo tanto a nivel organizacional como a nivel educativo. Tenemos que volver a la creatividad, a la imaginación, a la curiosidad que dejamos de lado o guardadas en algún cajón del cuarto de los trebejos.
Tenemos que volver a creer en crear. Tenemos que aprender que fracasar y aprender van de la mano, que no tienen nada de malo en ensayar y errar para mejorar. No es un secreto que todas las innovaciones de la humanidad han surtido este camino de experimentación y validación. Llamamos genios a los que han sido capaces de hacerlo, sin darnos cuenta que todos los seres humanos tenemos la capacidad innata de ser creadores. Y que la innovación, más allá de la creatividad, lleva esas ideas creativas a la realidad con la convicción de que en la realidad está la información que se necesita para hacerlas cada vez mejor.
Actualmente en el mundo se están gestando muchas ideas innovadoras. Específicamente en el sistema educativo, las cosas están cambiando. Para mostrarles que así es, los invitamos a este maravilloso portal: www.hundred.org que reúne miles de innovaciones a nivel mundial en la educación K-12. Blueprint Transformation hace parte de todo este movimiento porque creemos en la innovación y en la transformación.